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30/12/13

Salar de Uyuni y Ruta Sud Lipez: Lo más duro, lo más espectacular

El Salar de Uyuni y la ruta Sud Lipez son probablemente los dos hitos para cicloturismo mas legendarios de Bolivia, y hasta diría de Sudamérica. Habiendo leído millones de notas periodísticas acerca del lugar y siendo advertido de su belleza y rusticidad por todos los ciclistas que lo hayan visitado, estaba listo para emprender el viaje. Al llegar al pueblo de Uyuni descansamos una noche y terminamos de comprar lo que nos hacia falta para tamaño desafío. Acá les va el día a día de la pasada por El Salar de Uyuni y Sud Lipez.



Día 1. Uyuni – Colchani – Hotel de Sal


Luego de dormir una noche en el pueblo de Uyuni en lo de nuestros amigos del hostal Ciel D’Uyuni, salimos a comprar las ultimas provisiones antes de zambullirnos en el Salar. Imprimimos nuestra guía (la cual hemos actualizado y publicaremos en breve) y salimos rumbo a Colchani, un pueblo cercano que es la base de salida hacia el Salar y que esta ubicado a 23 km de Uyuni por camino de ripio. Se esta construyendo un camino nuevo en este momento, por lo cual si aprovechas parte del mismo, se hace mucho menos engorroso que por el camino principal que se desgasta por el paso diario y constante de las camionetas 4 x 4 que hacen el tour del Salar y Las lagunas.
Llegamos a Colchani, nos tomamos los tradicionales mates del mediodía, y nos subimos a las bicis para hacer los primeros 7 km hasta el Hotel de Sal, primer icono del Salar. Decidimos disfrutar la tarde, hacer fotografía, y a descansar temprano porque cuando cae la noche es mejor ya estar haciendo combustión de las calorías dentro de la bolsa de dormir.

Día 2. Hotel de Sal – Isla Incahuasi (62km)


Fuimos advertidos por los locales que las primeras camionetas llegarían a las 8 am, por lo que teníamos tiempo de sobra para despertarnos, desayunar, y levantar campamento. Cerca de las 6 am, llego la primera y cambio rotundamente nuestros planes. Salimos a saludar, tanteamos el tema, y al parecer nuestra presencia no molestaba en absoluto. En realidad todo lo contrario, al ver las bicicletas, la gente preguntaba por la travesía y terminábamos saliendo en múltiples sesiones fotográficas. Con cara de sueno nos preparamos la tradicional Avena, que en este caso aderezamos con frutos secos y chocolate, una bomba de calorías solamente apta para ciclistas. Aprovechando el temprano amanecer, salimos rumbo a la Isla Incahuasi, disfrutando de la experiencia única e inigualable que es pedalear sobre un salar. Pareciera que uno viene viajando sobre nieve, adivinando el camino, y sorprendiéndose cada tanto con hoyos llenos de agua cristalina bajo la densa superficie de Sal. Entre el equipamiento que se requiere, no pueden faltar las gafas, ya que el sol quema durísimo y el contraste con el blanco de la Sal puede ser letal para la visión.


En este tramo se aprovecha a hacer las fotos en perspectiva, aprovechando el infinito lienzo blanco que provee el Salar. La creatividad es todo, y no es raro encontrar otros viajeros en el mismo plan, haciendo boberías de a kilo para que la foto salga a la perfección. Un buen espacio para relajar la mente y tontear todo lo posible e imaginable.

La llegada a Isla Incahuasi es bastante interesante. En medio del Salar, sobre sale este mojon de piedra cubierto por cactus y vegetación del desierto, dando espacio a un Puerto de paso obligado en la travesia por el Salar. Se puede acampar donde uno guste en sus afueras, o bien por 30 pesos bolivianos, hay uno refugio especial para ciclistas donde hay colchones y abrigo para mayor comodidad. Lo mas importante de Isla Incahuasi es la posibilidad de cargar agua de manera constante, en especial para cocinar. Se debe tratar para tomarla, pero sigue siendo una gran ventaja.
Disfrutamos de unos buenos mates mirando el atardecer, y a descansar.

Día 3. Isla Incahuasi -  Tanil Vinto – Colcha – K – San Juan del Rosario

Temprano por la manana nos encontramos con unos compas ciclistas, Fred y Sophie, que venían viajando desde Estados Unidos en unas bicicletas recostadas llamadas “recumbent”. Con ellos emprendimos el camino hacia Tanil Vinto, primer poblado al salir del Salar de Uyuni.



Desde la Isla Incahuasi hasta Tanil Vinto hay 42km de un recorrido similar al del dia anterior, y un dia epsectacular hizo al escenario muy fácil para pedalear. Fuimos casi todo el camino intercambiando historias con Fred y Sophie, e hicimos las mismas paradas para comer, descansar y compartir. En Tanil Vinto, nos frenamos en la primer tienda a la izquierda sobre el camino, de una señora muy amable que nos permitió descansar el sol, y donde nos tomamos una Coca Cola Helada. El poblado ya entendió la constante afluencia de turistas, por lo que ya pueden verse pequeños hostales y proveedurías.
Al Salir de Tanil Vinto, nos subimos a un camino que todavía recorre un poco el Salar, pero ya esta cubierto de vegetación. Cruzando grupos de Vicuñas a nuestro paso, disfrutamos de una tarde espectacular. Al salir hacia la base militar de Colcha – K, ya se empezó a complicar el terreno, y nos daba una pequeña muestra de lo que nos esperaba. Ahí nos despedimos de nuestros amigos Franceses, y decidimos acelerar para llegar en el día a San Juan del Rosario, un pueblo a 26 km de donde estábamos. Seguimos la ruta, y con un viento tremendo de frente, llegamos cerca de las 20hs a San Juan. Allí encontramos una despensa donde comprar provisiones y luego pasamos por casa de Dona Caro, una Señora que estaba a cargo del Hospedaje San Juan, y que luego de consultarle si podíamos poner la carpa en su patio, nos invitó a quedarnos en una habitación, calentitos y disfrutando de dormir en una cama. Gracias Dona Caro!!!

Día 4. San Juan del Rosario – Chigüana -  Lecho del Rio (53km)




Arrancamos con un tradicional desayuno de Avena dulce, y salimos a comprar provisiones básicas y un poco de Carne de Llama, ya que el cuerpo ya nos lo estaba pidiendo. Con un recorrido victorioso y sin contratiempos, volvimos a la ruta camino a un refugio que nos marcaba la guía “Cycling Southwest Bolivia”. Entre caminos de tierra y llamas emprendimos nuestro recorrido, encontrándonos nuevamente con nuestros amigos de Francia que habíamos despedido el día anterior. En un puesto militar intermedio en Chigüana, frenamos a almorzar, y nos llevamos como obsequio algunos productos lácteos y verduras que nuestros compas no podían llevar con ellos, ya que ellos se desviarían hacia Chile ese día. Esos ítems nos ayudaron a hacer un delicioso Guiso de Carne de Llama, que nos dejó listos para la almohada, en un sitio espectacular en medio de la montaña, mirando a un lado el Salar y al otro lado el volcán Ollagüe.

Día 5. Lecho del Rio – Laguna Cañapa - Laguna Hedionda (47km)


 Un lugar increíble nos despidió por la mañana para ir hacia nuestro destino del día, la Laguna Hedionda. Con caminos cada vez más duros pero paisajes más radicales, pedaleamos lento y sostenido por cañadas, montañas, desierto y finalmente nos recibió la Laguna Cañapa donde hicimos la parada técnica para comer y descansar. La Laguna Cañapa fue la primer laguna en Altura de nuestro viaje, impactante por donde se la mire. En mi caso personal, fue donde vi los primeros flamencos del viaje, animal que yo solamente había visto en un zoológico. Un pájaro de un color rosa intenso que  contrasta con los colores de la laguna, los verdes de la vegetación que rodea la misma, y los colores de la tierra en las montañas. Seguimos sumando postales en nuestros recuerdos y cerramos un día espectacular en el Hotel del Desierto, donde Moises desde la empresa Senda Andina nos dio refugio por la noche. Cierre impecable para un día excelente.

Día 6. Laguna Hedionda – Hotel del Desierto (38km)




El día nos despertó con un Sol prendido fuego y la ruta lista para nosotros. El día más duro que hayamos tenido hasta el momento, nos tuvo todo el día caminando al lado de las bicis, haciendo cortos trayectos de pedaleo ya que el camino estaba completamente gastado por el paso de las 4 x 4, y por la erosión misma del viento y la arena. A mitad del día encontramos un pequeño refugio que nos permitió recargar pilas y descansar del sol para emprender camino hacia el Hotel del Desierto.
Al llegar al cartel que indica la entrada al Hotel del Desierto nos encontramos con Stefan y Melinda, una pareja de Suizos que venían pedaleando el camino con sus dos hijos Jael (4) y Leandro (2). Nos regaló un gran baño de modestia, ya que su esfuerzo era superior al nuestro y nosotros ya lo creíamos lo suficientemente duro. Fuimos juntos hacia el Hotel del Desierto, donde nos permitieron poner las carpas dentro de unas habitaciones que están siendo construidas, que sirvieron de reparo perfecto del viento, cosa no menor cuando la temperatura es de -15 grados centígrados por la noche. Cargamos agua de la vertiente que alimenta el hotel, preparamos la cena y a dormir!!!

Día 7. Hotel del Desierto – Árbol de Piedra (30 km)


Luego de una fría noche, despertamos y comenzamos a hacer nuestro desayuno. Probablemente motivados por la presencia de los niños, el encargado del hotel se acercó a invitarnos a desayunar. Engañado por la multiplicidad de sabores, comí un desayuno delicioso pero quizás no suficiente para el camino que nos esperaba. Al igual que el día anterior pero con un viento en contra bastante importante,  nos fue casi imposible pedalear el camino y nuevamente debimos caminar con nuestras bicicletas al lado. Llegamos en horas de la tarde a la zona de “Árbol de Piedra”, donde el Guardaparques Domingo nos indicó el mejor lugar donde armar la carpa para salir del viento que sopla bastante duro por la noche.  Luego de un día duro, una buena comilona del tradicional arroz con atún, y a dormir la mona.

Día 8. Árbol de Piedra – Laguna Colorada, zona de Huaylla Jara (29km)


Siempre te dicen que hace frio, pero no lo sabes hasta que te despertas y hay estalactitas de hielo cayendo del sobretecho de la carpa, eso es frio!!! Luego de las tradicionales fotos en Árbol de Piedra salimos rumbo a la Laguna Colorada en la misma dinámica que los días anteriores. Camino arenoso, sorteando por cual ir, múltiples vías en condiciones similares, y tratando de mantener la mente fuerte para no aflojar. Finalmente llegamos a la Laguna Colorada, donde nos ubicamos en el Sector de Huaylla Jara, una zona nueva que se está desarrollando a unos 10km de la entrada a la Reserva y alejado de la laguna para cuidarla de los residuos. Allí nuestro amigo de Roberto del Hospedaje Altiplano nos alojó junto a todos los que vienen en los tours en Camioneta. Un buen cierre para un día duro.
 Una sorpresa: Siempre podes encontrarte gente, pero encontrarte un Argentino en un refugio de Laguna Colorada, en bici, y que conoce a tus amigos, es mucha coincidencia!!! Andrés Barbagelata está recorriendo Sudamérica hace 7 años en una dinámica lenta, suave  y exploratoria. Amigo de mi amigo personal Rolo Bonamici, nos tomamos unos mates compartiendo historias y nos deseamos suerte para el resto del recorrido. Ojala nos encontremos más adelante. Desde acá todo el power para el resto del camino!!!

Día 9. Laguna Colorada – Unión de las rutas (15km)

Definitivamente un día clave en nuestro viaje. Luego de desayunar como bestias salimos a la ruta donde a las 9am ya estaba soplando un viento imposible. La resistencia para que el viento no te volteara hacia un lado, hacía que cuando se corte la ráfaga te caigas para el otro. Nos tocó seguir caminando como campeones y seguir manteniendo la mente fresca y firme, ya que el cansancio y la dureza del camino se estaban empezando a acumular en una mezcla letal. Nos indicaron un camino que suponía mejorar las condiciones, pero que al final nos terminó sacando  de la ruta. Al intentar regresar al camino original, pasamos largas horas paseando nuestras cargadas bicicletas por el ripio, cruzando cañones, hasta llegar  a uno de ellos cuya profundidad nos hizo desistir de pasar y no nos permitió seguir con el plan. Agotados física y mentalmente por el viento que no quería parar de soplar tuvimos que decidir sobre nuestra suerte. Como el Cañón no nos permitía cruzar al camino, debíamos volver a bajar todo lo subido para encontrar una zona más accesible para cruzar. Si seguíamos hacia arriba, el Cañón se hacía más profundo y solo un milagro nos permitiría cruzar. Sumado a esto los 4600 metros de altura no nos ayudaban para empujar las bicicletas por el ripio cuesta arriba. Cada bocanada de aire costaba más que la anterior y la frecuencia cardiaca parecía un motor pistoneando. Finalmente decidimos ir hacia abajo, muy a nuestro pesar y sabiendo que el día se nos había escapado. Encontramos donde acampar, cenamos y a descansar.

Día 10. Unión de las Rutas – Sol de Mañana - Laguna Chalviri (42km)


Con la mente y el cuerpo más frescos que el día anterior, comenzamos a subir lentamente por el camino hacia los Geysers, en la zona de Sol de Mañana, punto más alto del recorrido (4926msnm). El camino nos permitió pedalear, algo que aunque forzado por la subida y la altura, nos reconfortaba mucho. Llevábamos varios días luchando con el viento y el camino de arena, asique subirse a la bicicleta era casi un privilegio a esta altura. A llegar a los Geysers nos bajamos de la bici y aprovechamos para ver todo ese trabajo geotérmico a casi 5000msnm, el cual incluía piletas con barro y minerales hirviendo a cientos de grados centígrados. Tanto las fumarolas como los colores son un espectáculo para no perder.


Contentos con el avistamiento y listos para un poco de bajada y mejores temperaturas, seguimos viaje hacia la Laguna Chalviri, a 4400 msnm, donde un baño termal nos esperaba y nos venía haciendo bastante falta. Un poco pasado el mediodía ya habíamos llegado, y para nuestra fortuna, la pileta con aguas termales estaba lista y toda disponible para nosotros solos. Sin dudar demasiado fuimos derecho a la misma, relajando los desgastados cuerpos que ya acarrean módicos 10 días de todo este recorrido. Nos quedamos con el amigo Eusebio, del hostal EFAMES. El y su familia, han terminado este año un hostal donde recibían a gente de los tours en camioneta, y algún que otro ciclista en nuestras condiciones. Es un buen lugar para hacer un día de descanso, con baño termal incluido.

Día 11. Laguna Chalviri – Laguna Verde -  Hito Cajones (51 km)




Hora de cerrar este ciclo y seguir viaje, armamos las bicis y seguimos al sur. Nos quedaban unos 40 km hasta las Lagunas Blanca y Verde donde en teoría había una zona  con alojamientos y tiendas. Al llegar hicimos un poco de fotografía, y encaramos el cierre de esta etapa, con una felicidad que se nos salía del cuerpo. Habíamos terminado una etapa importante del viaje, y estábamos a tan solo 130 km de la frontera con nuestra tierra. Ya no están más habilitadas las despensas en Laguna Verde, sino que frente a la oficina de entrada al Parque hay un Hostal que vende algunas cosas muy básicas para alimentación y demás. Allí compramos lo último con nuestros últimos pesos bolivianos y salimos rumbo al puesto de migraciones, a tan solo 6km de la entrada a la Reserva. Armamos campamento en la casilla frente a migraciones y a descansar.

Día 12. Hito Cajones (frontera Bolivia/Chile) – Paso de Jama (frontera Chile/Argentina)



Luego de una de las noches más frías del viaje,  preparamos las cosas y nos decidimos a salir. En eso llega una camioneta que haría uso de la casilla donde frenamos para desayunar. Una pareja de Españoles,José Maria y Maravillas, se nos acercan para indagar sobre el viaje y terminamos compartiendo unos cafés y charlando a lo bobo por un buen rato. Nos obsequiaron una cantidad enorme de snacks para el camino, lo cual fue casi de un cuento de hadas, porque no nos quedaba ni un bollo de pan para llevar, y con seguridad deberíamos para a cocinar un poco codiciado pero llenador “arrocito con algo”. Hicimos 125 km hasta Jama, con algo de desnivel, pero que con pavimento y viento de cola se hizo más que llevadero. Llegamos a Jama con un nivel de felicidad que se nos salía el corazón por la boca, no hay palabras para describir nuestra felicidad al llegar a ese cartel que dice “BIENVENIDO A ARGENTINA”. Todavía quedan más de 5000 km para terminar el viaje, pero yo ya siento que llegué a casa.



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