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29/7/13

Costa Rica, la tierra de los Ticos mas Tuanis!!! (y una pasadita por Panamá)

Una vez mas nos encontramos con una nueva frontera, bastante amigable por cierto y con la agradable sorpresa de que no había ningún tipo de arancel para la entrada en Costa Rica. Llegamos en buena hora a La Cruz, donde refugiados en el cuartel de Bomberos local comimos una tremenda cena que hasta carne de armadillo incluyo. Luego de un desayuno proporcional a nuestra cena salimos para hacer un día largo (140km) para llegar al pequeño poblado de Playa Potrero, un poco al norte de la reconocida Playa Tamarindo. Allí nos esperaba nuestro amigo Devin Cooley, al que Tatan y yo habíamos conocido en California en nuestro paso por allí, y con quien pedaleamos y compartimos algunos días. Devin consiguió un trabajo en Playa Danta, en la tienda de Outdoor "Pura Vida Ride", y por ello llevaba desde entonces viviendo en esta bellisima zona de Costa Rica. En un día no demasiado complicado pero sometidos por el calor, llegamos a Playa Portero, donde nos esperaban un sinfín de sorpresas, actividades, y el comienzo de una red inimaginable de cosas que se sucedieron durante nuestra estadía en Costa Rica. 

2013 Pura Vida Ride Paddle Battle
Para comenzar, habíamos llegado justo para el "2013 Pura Vida Ride Paddle Battle", una competencia de Stand Up Paddle organizada para conmemorar la fecha de fundación del negocio donde trabajaba nuestro amigo Devin. Para los que desconocen esta disciplina, el Stand Up Paddle consiste en remar de pie sobre una tabla de fibra de vidrio de diferentes tamaños, bastante mas grandes y con mas estabilidad que las de surf. Motivados por nuestras ganas de participar y colaborar pero ignorantes del cansancio que nos acompañaba, nos ofrecimos como colaboradores y enseguida Martin, uno de los dueños, nos subió a 3 kayaks y nos mando al medio del mar a controlar a los participantes. De repente estaba sentado sobre un kayak, viendo la competencia llevarse a cabo, y siendo parte de todo ello en un segundo. 

Cerrado el evento regresamos a casa, de donde se nos traslado a "Don Brazilitos", un bar local que tiene las Alas de Pollo mas exquisitas que haya comido jamas, y una sartenada de cervezas que derivaron en una visita nocturna a Playa Tamarindo y que nos encontró apoderándonos de un pequeño bar, desplegando todos los pasos de baile guardados en ruta. Al otro día decidimos relajarnos y descansar, ya que el "Rally" del día anterior nos había dejado algo averiados y preferíamos reponer energías.

Con el amigo Erick Zamora

Cocinamos un desayuno/almuerzo en casa de Erick, el compa de trabajo de Devin y quien se convertiría en un gran amigo nuestro también. Compartimos esa comida con Chris Jarc y Krista Baker, el primero un amigo en común con Erick y Devin, y la segunda, organizadora de Race Quest, un triatlon a llevarse a cabo pronto allí en Guanacaste. Compartimos la tarde con ellos, llenándonos de energía y risas con las excentricas e interminables historias de Chris, que entre las mejores estaban el haber corrido (y terminado!!) un Iron Man alimentándose de albóndigas y spaggetti en el camino, y la donación de su cabello (un afro de rulos rubios) cada 2 anos a la organización Wigs for Kids. Los próximos dos días eran día libre para nuestro amigo Erick "el tico mas Tuanis" Zamora, por lo que la pasamos recorriendo playas y conociendo aun mas la zona. Así cada día surgían nuevos lugares, nuevos encuentros y una nueva persona que nos invitaría a quedarnos en su casa, haciendo al hecho de seguir viaje algo muy difícil de emprender. Pasamos una semana increíble, llena de gente linda, y conectadisimos con el lugar. Agradecer profundamente a Devin, Erick, Chris, Krista, Rocio, Sam, Bobby, Kaila, Cody, Javiera, Antonella, Maria, Mauri, y todo aquel que hizo de nuestra estadía un lujo. Hay lugares que los hace la gente, y sin desmerecer la belleza natural de Guanacaste, este lugar es precioso y gracias a toda la gente que conocimos.

Cena de despedida de Playa Potrero en Ristorante Marco Polo

Luego de Potrero seguimos rumbo al sur, cruzando Guanacaste y rumbo al sur, donde en algún lugar Mica y yo interceptaríamos a Tatan que cumplía sus 30 tacos, y había que festejarlos. Nuestra primer parada fue Nicoya, donde nos refugiamos en la estación de Bomberos, y allí se nos recomendó ir a visitar una bicicleteria o CICLO en idioma Tico, que podía resolvernos cualquier inconveniente. Yo había descubierto recientemente que mi rueda trasera tenia unas grietas que terminarían por ceder y dejarme varado en cualquier momento. Así fue como llegamos a CICLOLOGIA, donde lejos de presentarnos y explicar a que íbamos, nos sentamos a ver el partido Argentina - Colombia de futbol que estaban transmitiendo en directo. Su dueño, Armando Escobar, nos permitió terminar de ver el partido para luego ir al grano y que expliquemos la razón de nuestra visita. Al contarle, rápido procedió a que veamos mi rueda e inmediatamente ordeno a su mano derecha, el Coco, que desmantelara mi rueda y le pusiera un aro nuevo. Con algo de calor pero motivado por una mala experiencia anterior, lo frene para consultarle el costo del arreglo porque no llevaba mucho dinero conmigo y no era un tema menor una rueda nueva. Para mi sorpresa  Armando me obsequio la rueda, y terminamos compartiendo una noche llena de anécdotas junto a un riquísimo ceviche y unas cervecitas. 

Anécdotas en ciclologia

San Kokin, Armando, y mi rueda nueva

Así comenzó nuestra amistad, y una nueva parada no planificada, que seguiría al otro día con nuestra modesta colaboración en la puesta a punto de varias bicis que debían ser acondicionadas para una carrera de Mountain Bike a llevarse a cabo ese fin de semana. Esa noche terminamos cenando un delicioso Pho, una sopa de origen Vietnamita, que nos cocino la esposa de Armando, Patience. Ambos vivieron mucho tiempo en la ciudad de San Francisco, en California, y de ahí la pasión por la gastronomía multicultural. 

Cena en casa de Armando y Patience

Mucha charla y mucho corazón de por medio, nos deposito de nueva en la ruta con el alma y panza llena. Salimos rumbo al Este en este caso, ya que cruzaríamos el puente de la Amistad para regresar a la Ruta Interamericana. Nos dirigimos rumbo a Monteverde, parando en la pequeña ciudad de Las Juntas, lugar donde planeábamos hacer base para bajar a la ciudad de Grecia, donde nuestro compa Tatan se estaba alojando.

Puente de la Amistad

Las Juntas parecía ser el lugar donde la magia Tica se terminaba. Por primera vez en todo el viaje los bomberos nos cerraban la puerta, la cruz roja también, y hasta la Iglesia local no parecía muy feliz de nuestra presencia. Al consultarle a la policía donde acampar nos enviaron a un parque publico donde era bastante obvio que no solo no dormiríamos, sino que probablemente estaríamos pendientes de la bicicleta la noche entera. En un ultimo contacto, conocimos a Memo, personaje local que hacia el favor a la Iglesia local de manejar un comedor que estaba junto a la misma. Nos ofreció quedarnos en su casa, e inclusive allí podríamos dejar las bicicletas para poder ir a visitar a nuestro compa y celebrar su cumpleaños.

De izq a der: Mica, Erick, Memo, y quien les escribe

Así volvió a brotar esa magia y hospitalidad que nos acompañaba en Costa Rica, y partimos esta vez en un bus rumbo a Grecia. Allí nos esperaban Tatan, Cande, y Blanquita, esta ultima madre de Mariela, amiga de Cande, y en casa de quien estaban quedándose. Al llegar, Blanquita nos recibió con una invitación vitalicia a su casa, y por consiguiente nos invito a comer un tradicional casado al mercado local. Luego todos a casa, Mariela llega con una torta, y todos cantando el "Cumpleaños Feliz!!!" merecido por mi amigo en su día.

Cumple Tato de izq a der: Mariela, Mica, Tato, Cande, Proven y Blanquita

Lo que no estaba planeado, era que esa noche celebraríamos el cumpleaños de Tatan junto al de Alan, un amigo de Mariela que también cumplía años ese mismo día y por consiguiente el encuentro con una banda increíble de gente con quien celebramos hasta tarde, entre ellos Andrés, Edgardo, Randal, y otros grandes personajes de la zona que hicieron de este un gran día. Si alguna vez pensaron que celebrar un cumpleaños un Lunes es imposible, mudense a Grecia y les garantizo fiesta!!! Una vez mas, y sorprendidos por los altisimos niveles de hospitalidad recibidos y no menos que agradecidos, resolvimos regresar por nuestros corceles a Las Juntas y seguir rumbo a Monteverde. Allí nos esperaban, quietas y tal cual las dejamos, en casa de un gran tipo, que habíamos conocido charlando en la calle, y que desinteresadamente nos abrió la puerta de su casa. Espero yo saber tener esas actitudes cuando este del otro lado, cuando este en mi casa de nuevo, y alguien por la calle pase en la misma situación. 

Canopy en Selvatura, Monteverde


Agradecidos una vez mas salimos rumbo a lo que serian los 30 kilómetros mas duros del viaje. Monteverde esta a 1800 msnm sobre la Cordillera de Tilarán, y nosotros, habíamos elegido el camino mas engorroso para llegarle. Caminos de tierra y piedra, lavados por las lluvias, resbalosos por el barro armado por la combinación del agua y la tierra arcillosa del lugar, nos ponían a prueba física y serian el ticket de llegada a Monteverde. El atardecer detrás nuestro pago todo ese esfuerzo hecho en las interminables subidas, que al ponernos arriba de la montana nos dejaban ver hasta el Golfo de Nicoya, y los colores se fundían mientras el sol de hundía en el Pacifico, un espectáculo digno de ver. Hicimos una parada en La Candelaria, un pequeño poblado en plena montana, donde acampamos vecino a la Pulpería de Don Luis, quien al otro día a las 5am y a punto e partir nos invito a desayunar un Gallo Pinto y un café de su propia producción, todo un lujo!!! Así de contentos y con la panza llena hicimos los siguientes 20 kilómetros, bajo una interesante lluvia y recorriendo otra buena dosis de subidas y con la concentración de un monje Zen para no caerse uno en medio de tanto resbalón. 

Escalando Higuerones en la Reserva Monteverde
Al llegar a Monteverde, nos hospedaríamos en casa de José Andrés Vargas, un fotógrafo profesional que había trabajado con nuestra amiga Krista y a quien esta ultima nos había vinculado. En medio de una intensa lluvia y luego de una subida físicamente imposible de terminar arriba de la bicicleta, llegamos a la cabaña en la que viven Andrés y Selena. Nos regalaron una ducha caliente INCREÍBLE y pasamos la tarde completa relajando, hasta la noche en que en una reunión social comenzaríamos a conocer a tamaña comunidad de Monteverde.  En la misma se seguirían conectando una actividad con la otra, de una manera que ya es casi ridículo contar, pero creanme, todo sucedió. Caminatas, senderos, escalada dentro de higuerones, sesiones de música, fogones, canopy, puentes colgantes, comidas comunitarias, y mucho mas, hizo de nuestro paso por la mágica Monteverde un destacado en nuestro paso por la tierra Tica. La Reserva Biológica Bosque Nuboso Monteverde es una joya de Costa Rica, y los esfuerzos por la conservación de la misma y la constante creación de nuevas reservas vecinas dan buenos augurios hacia un futuro mas respetuoso del mundo del que somos parte y no dueños. 

Volcán Arenal

Seguimos viaje rumbo al Lago Arenal. Habíamos decidido bordear al Volcán Arenal y así apreciar una ruta panorámica poco transitada por su casi imposible de transitar relieve, pero lleno de vida. Bajamos hacia el Lago, y recorrimos el lago hacia el poblado de el Castillo, cruzando múltiples ríos y arroyos, el ultimo llamado Cano Negro, que ya debimos cruzar con la bicicleta en el hombro y las bolsas sobre la cabeza para no sumergirlas en el agua. 


Un poco de reniegue
Pero todo este esfuerzo pagaría de nuevo, y seria en Rancho Margot donde nos esperaba Juan Sostheim. Juan fundo hace 9 años el Rancho Margot, un proyecto autosustentable modelo que comenzó con la reforestación con flora endémica de un potrero que dedicado al ganado, había desgastado mucho las tierras. Luego de 9 años, es difícil ya ver las secuelas de aquellos tiempos, ya que el trabajo de Juan y de todo su equipo ha sido fuera de serie, llegando en este momento a un 70% de autosustentabilidad, lo que los ha hecho acreedores de varias certificaciones a nivel mundial. Tardes en la piscina, sesiones de yoga, muuuucha comida y toda orgánica y deliciosa nos prepararon para la ultima etapa de Costa Rica.

Rancho Margot, un edén autosustentable en la base del Volcán Arenal

Cuando salimos de Rancho Margot, sentí que Costa Rica era un capitulo para cerrar. Si bien quedaban cientos de cosas que serian interesantes de ver, fui desbordado por la generosidad recibida de la gente y mi asombro ante la mecánica en la que los encuentros se sucedieron colmaron por completo mi capacidad de asimilación. Un país que debía avasallarnos por su desarrollo turístico y todo lo que eso conlleva nos recibió con los brazos abiertos, la generosidad de los Ticos que parece nunca acabar y un millón de nuevos amigos y experiencias humanas únicas y difíciles de olvidar.Totalmente satisfecho y con el corazón a mil me subí a mi bicicleta para decirle GRACIAS, ADIOS  Y HASTA PRONTO a Costa Rica cuando todavia me quedaban 500 km para salir del país y un millón de cosas para ver. Hicimos un itinerario maestro recorriendo El Castillo, San Ramón, Jaco, Dominical y Ciudad Nelly en 4 días, cerrando una etapa maestra de nuestro viaje en la estación de Bomberos de esta ultima ciudad, donde celebramos con Tato que volvía de su encuentro con Cande. Unas pastas cocinadas por nuestros amigos los eslovacos que también tenían la noche paga en el lugar y todo el mundo a dormir, se viene Panamá!!!

Mi breve paso por Panamá


Uniendo Pacifico y Atlántico

Mis múltiples días extras en Costa Rica me hicieron acelerar el paso al entrar a Panamá. Había quedado en encontrarme con mi padre que venia de visita en la ciudad de Panamá y me quedaban  pocos días para llegar puntual a nuestro encuentro. Por esto, me despedí luego de nuestra primer noche en David con mi compas Tato y Mica y acelere el paso para llegar en tiempo y forma. Hice 500 km desde la frontera hasta la Ciudad de Panamá en 4 días pasando por el anteriormente mencionado David, Los Ruices, Penonome, y Arraijan, este ultimo a tan solo 18 km de la ciudad capital. La Panamericana no tiene demasiado para ver mas que campos de siembra a ambos lados, y se debe aprovechar bien las mañanas para no ser consumido por los calores del mediodía. Las lluvias se hicieron presentes a diario, pero debo reconocer que me refrescaron durante el recorrido y como generalmente no duran todo el día, no fueron un detalle mayor. Finalmente cruce el Puente de Las Americas para entrar triunfante a la ciudad vecina al Canal de Panamá. Durante mi estadía recorrí la ciudad en bicicleta, hice una pasada por el Centro de Visitantes del Canal, y finalmente toco cruzar a Cartagena en Panamá para cerrar el capitulo Centroamérica e iniciar uno Nuevo en el Patio de Casa: SUDAMÉRICA. Nos vemos en la ruta!

Sobre el cruce Panamá - Colombia

Mi cruce fue dictado por un compromiso en Cartagena, por lo que tome un vuelo de Copa Airlines que compre con unas millas que tenia del pasado por lo que pague 130 USD + 100 USD x la bicicleta. Si hubiera tenido que pagar por el ticket completo, son U$D 366 por el ticket + LOS 100 U$D x la bicicleta. Mi compa de viaje Sebastian "Tatan" Espina hizo un buen resumen sobre las opciones para cruzar disponibles por lo que recomiendo verlas en el siguiente link:

http://www.ratatrip.blogspot.com.ar/2013/07/panama-colombia-en-velero-avion-o-lancha.html

Abrazo pedalero y la seguimos en la Bella Colombia!!!