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6/12/13

Perú: Vuelta al pedal, subiendo desde la Selva al Valle Sagrado, y la llegada a Cuzco

Luego de surcar el río durante unos 15 días volví a subirme a la bici con mas ganas que nunca. Mi ultimo viaje fue desde la comunidad nativa Camisea hasta Ivochote, en la base de una zona medio caliente (zona productora de Coca) de Perú llamada BRAE en el bajo Urubamba. Maravillado tanto por la vegetación como por la posibilidad de volver al pedal, cerca del mediodía del Viernes 11 de Octubre seguí mi camino al sur, bordeando el Río. 

Acompañando al Río Urubamba de la Selva al Altiplano

En este primer tirón llegué por la tarde al pequeño poblado de Kiteni, donde en un principio me alojaría en el Patio de la municipalidad dentro de mi carpa y bolsa de dormir. Dejé mi corcel y equipamiento, y me fui a comer algo al mercado. Luego busqué un bar para ver el partido Argentina – Perú que acontecía justamente ese día. Como forastero, puse mi mejor cara de “no se nada” y no festejé muy duro los goles Argentinos, ya que corría peligro mi integridad si se me ocurriera hacerlo de forma exagerada. Con un cómodo 3 -1 como resultado final, termino mi jornada y regresé a la municipalidad para descansar. Al comenzar a armar mi carpa se acerca el cuidador y me comenta que había recibido un llamado del Alcalde del pueblo, el cual había dado la orden de que ningún extranjero se quede en el edificio municipal. Dado que yo era el único (probablemente en todo el pueblo) no tuve mas remedio que aceptar la expulsión y salir junto a mi bicicleta a caminar y buscar donde quedarme. Entre a algunos hoteles a consultar por una opción  económica para descansar pero no tuve ofertas muy tentadoras, en especial cuando la anterior era Gratis!!! Al salir de un hotel donde el dueño no se digno ni a decirme el precio de una habitación, entré a la farmacia vecina a conseguir un poco mas de información sobre el lugar. Al saberme Argentino, el empleado me dice “Y por que no te quedas en lo del Turco, tu paisano, esta ahí afuera charlando, vení que te lo presento…”. Con esto terminé conociendo a “El Turco” que lleva viviendo unos 5 años por estas zonas y que con la mejor de las ondas se ofreció a hospedarme en su casa y hasta me invito a comer y unas cervecitas de postre, GRANDE TURCO!!!  Luego de una sobredosis de anécdotas de viaje, me fui a dormir para seguir mi camino la próxima mañana

Con el Turco y su familia antes de partir de Kiteni

Al despertar tomé algo rápido, salude, agradecí a mi paisano por ser mi ángel guardián la noche anterior y seguí viaje al Sur, acompañando al río Urubamba por un amplio Valle y sobre un camino de ripio constante. Dibujando mi camino sobre el margen del Río, seguí rumbo al poblado de Palma Real, pasando por campos dedicados a la producción de frutas y por todo tipo de vegetación salvaje y selvática, una experiencia altamente recomendable. Poco a poco comienzo a subir y el clima comienza a acompañar, dejando el calor intenso de lado y empezando a ganar altura. Pedaleando casi el día entero llegue terminando la tarde al pueblo de palma Real donde conocí a Isabel y Edilberto Azurin al llegar, dueños del único hostal del pueblo, el Hotel Azurin. Rápidamente me acomodaron en una habitación y pude descansar como un campeón.

Isabel y Edilberto Azurin, en Palma Real


Luego de una noche de sueño increíble, una ducha reparadora,  y una afeitada para mejorar mi look viajero, fui nuevamente bendecido por la generosidad de mi amigo Edilberto Azurin quien me invito a desayunar y tomar un delicioso jugo multifrutal a uno de los puestos callejeros vecinos a su hotel. Luego de agradecerles seguí mi camino, ya que mi cuerpo estaba listo para mas y mas pedaleo. El camino asfaltado me permitió moverme rápidamente, por lo que en horas del mediodía llegue a la ciudad de Quillabamba, donde me recibieron en el Hostal Plaza de Armas. 

La cabra por entrar al Hostal Plaza de Armas de Quillabamba

Los kilómetros no paran de fluir y el estar descansando cómodamente por las noches regenera por completo mis energías para enfrentar los días con un optimismo y perseverancia que nunca me deja de sorprender.  Mi día se baso en contactarme con mi compa Micael Badal, alias “Bicinator”, que había estado esperándome en el poblado de Urubamba y estaba saliendo nuevamente al sur para luego reencontrarnos en algún lugar en Bolivia. Luego de mis básicos arreglos de logística me duche, Salí a comer un menú económico por ahí (entre 5 y 7 soles te sirven una sopa, un plato principal y un vaso de jugo!), y regrese al Hostal a descansar. 
Fresco como una lechuga, salude a mi amigo Julio y arranqué rumbo a mi próximo destino: Santa Teresa. La idea era llegar, comer algo y descansar en  las termas para seguir mi camino al otro día, ya que este poblado es la base “económica” para acceder al Poblado de Aguas Calientes por el camino que sale desde Hidroeléctrica. El camino de ripio no me permitió adelantar a buen paso, pero me ubico cerca de las 5pm en el pueblo, donde luego de pedir direcciones, busque algo para comer y emprendí mi camino hacia las termas, a unos 5 km desde el pueblo siguiendo el Río. 

Bienvenido 

Las termas de Cocalmayo

Cuando iba camino a las termas, comencé a percibir la brutal pendiente con la que bajaba al Río, un mensaje no muy alentador ya que como pago de esa bajadita, debo subirla como campeón al otro día por la mañana.  Con las pilas medio bajas pero con la convicción de llegar pedalee esos últimos 5 km de noche y llegue a las Termas de Cocalmayo. Que lugar!!! Tres piscinas con diferentes temperaturas te reciben en medio de un entorno completamente natural y con la montaña iluminada de fondo. Por la módica suma de 5 soles (2usd aprox) tuve acceso a las termas hasta las 12 de la noche, uso de vestuarios, reposeras, duchas y demaces, con lo que corone un día de pedaleo de manera perfecta y relajante.  Para sumarle una perlita al día, una vez que arme mi campamento se largo una lluvia torrencial, la cual fue mi canción de cunas para descansar de manera increíble!!!

Un jugo multifrutal en el mercado llena el tanque

Al otro día no aproveché las termas por la mañana porque tenia decidido seguir viaje hacia Aguas Calientes, me habían comentado anteriormente que era posible subir pedaleando. Luego de una linda subida a la ruta principal hice mi tradicional parada en el mercado para tomarme mi litro religioso de jugo multifrutal (3 soles) y dos sándwich de huevo (2 soles).  Salí hecho una furia para coronar el día temprano, pero al llegar a hidroeléctrica me recibieron con la mala noticia de que la bicicleta debía quedar en el pueblo, que no podría llevarla conmigo a Aguas Calientes, ya que el recorrido era solamente peatonal. Eso complicaba mis planes ya que debía volverme a Santa Teresa y perder mucho tiempo buscando donde dejarla y luego estar obligado a regresar por esta ruta. Conversando amablemente con los guardaparques, me permitieron proceder a consultarle a los despachantes de la empresa Perú Rail si ellos podrían llevarla hasta Aguas Calientes en la bodega y así yo seguiría viaje a pie, y luego buscaría una manera practica de seguir viaje hacia el Sur vía Ollantaytambo, sin regresar a esta misma ruta. La gente de Perú Rail no tuvo ningún problema en llevarla por la módica suma de 12 soles, por lo que luego de comerme un rico menú, comencé a subir hacia Aguas Calientes por el sendero que acompaña las vías del tren.

El Camino hacia Hidroeléctrica, una pasada!!! 

Trekking a Aguas Calientes

 Un trekking de 3 horas, recorriendo arroyos, valles y un escenario alucinante me llevo a conocer a un grupo que venia de hacer el Trekking del Camino al Salcantay, quienes estaban terminando su recorrido. Conectamos de inmediato y fueron mis compañeros durante todo el camino, donde compartimos historias con todo el grupo. Al llegar a Aguas Calientes corrí a buscar mi bicicleta, la cual por suerte ya había sido alojada en la bodega de Perú Rail. Luego del reencuentro, me fui a buscar un techo, una ducha, y donde comprar las entradas para el Santuario Machu Pichu para el día siguiente. La tarde estaba medio fulera, mucha lluvia y fresco, por lo que no me moví demasiado y con bastante suerte encontré el Hostel Ecopackers (http://www.ecopackersperu.com/es/machupicchu.html) frente a la bodega de Peru Rail. Un verdadero hallazgo dentro de las múltiples opciones disponibles en Aguas Calientes, donde me recibieron María, José y Rodrigo para pasarme 2 noches excelentes, descansando y disfrutando de la buena compañía. Allí me acomode, encontré otros viajeros, y resolví el tema de las entradas gracias a la ayuda de mis amigos del Ecopackers, por lo que solo quedo relajar y juntar pilas para lo que prometía un día de muchísima caminata. 

La bruma le da el misticismo a la subida al Santuario

Mi predicción era cierta, ya que a las 5 am ya estaba desayunando y en media hora estaba camino a la entrada del santuario. Primero unos pocos kilómetros hasta el Puente que hace las veces de control principal, y luego se comienza a subir una escalinata durante una hora aproximadamente, dependiendo de tu ritmo. Por 10 USD puede uno ahorrarse la caminata, en mi caso personal ya una cama había sido suficiente lujo, y mi estado físico me permitió subirlo sin problema. Una buena aclimatada para luego pasarme todo el día caminando por el Santuario Machu Pichu. 

Un poco de historia

Un profesor norteamericano llamado Hiram Bingham, interesado en encontrar los últimos reductos incaicos de Vilcabamba oyó sobre Agustín Lizarraga, un arrendatario de tierras Cuzqueño que conocía los restos Arqueológicos y que había guiado varias visitas al mismo. Por medio de los hacendados locales llego a Melchor Arteaga, quien junto a un Sargento de la guardia civil Peruana lo guiaron hasta el Sitio. Una vez allí encontraron a dos familias viviendo: Los Recharte y Los Alvarez, que usaban las tierras para cultivar y obtenían el agua de un canal incaico que aun funcionaba y traía el agua de un manantial. Uno de los niños llevo a Bingham a la "zona urbana", con lo que el profesor quedo asombrado y decidió luego gestionar el auspicio de la Universidad de Yale y la National Geographic Society para el posterior estudio del lugar. No fue hasta en 1981, que se declaro la la zona aledaña al Santuario "Zona de Protección Ecológica" y su posterior inclusión como Patrimonio Cultural de la Humanidad lo catapultaron al éxito como Icono Turístico y de Investigación de la Región. 


Pum!!! Un día de lujo!

Había sido advertido del alto grado de Turismo que recibía el lugar, pero el mismo no opaco a mi entender la grandeza de una verdadera joya arqueológica que los Peruanos han sabido explotar de manera muy prolija, y la verdad me asombro de principio a fin. Hice todos los senderos posibles, luego subí la montana Machu Pichu para completar mi día y luego me dedique a la fotografía con mi rudimentaria cámara digital, pero aprovechando la belleza del lugar para acreditarme los logros!!!

Caminé por casi 10 horas por todo el Santuario hasta que mis piernas me avisaron que estaba abusando de ellas, ya que venían de varios días de pedal y había agotado las energías acumuladas.  Me toco bajar la misma escalinata que había subido a la mañana, y fui directo a la Estación de Tren para resolver mi regreso al Valle Sagrado Vía Ollantaytambo. Sintiéndome un poco abusado por el precio de los trenes pero sin mas alternativas que tomarlo si quería ir hacia Ollantaytambo, compré el ticket para el primer tren del día, y regresé al hostel para reencontrarme con el grupo que había conocido el día anterior, que venia a tomarse unas cervezas al hostel y a jugar múltiples partidas de Pool en el Lounge del Ecopackers Hostel. Una hamburguesa espectacular, regada de múltiples Cuzqueñas, acompañaron múltiples partidas, charlas y risas para condecorar la experiencia Machu Pichu y seguir mi camino al sur luego de una buena noche de descanso. 

Ollantaytambo 

Valle de Urubamba

Temprano junté mis petates y fui a la Estación del Tren, donde me subí al tren y emprendí las 2 horas de viaje a la Estación de Ollantaytambo, donde seguiría pedaleando. Intrigado por como hubiera sido pedalear junto a la vía del tren (data que me había sido proporcionada el día anterior) fui corroborando que quien me informo eso no tenia mucha idea del terreno y los peligros ya que el sendero era muy pequeño, y en varias ocasiones el tren pasaría a milímetros de la bicicleta, en especial en los túneles. 
Contento con mi decisión, ensillé mi corcel en la Estación de Tren de Ollantaytambo y previo recorrido del pueblo seguí mi camino al Sur, pasando por los poblados de Urubamba, Pisac, y finalmente arribé a Cuzco en las ultimas horas de la tarde y ya anocheciendo. Como ya conocía a donde iba, fui directo al Ecopackers Cuzco, el cual esta a módicas 2 cuadras de la Plaza de Armas, principal punto de encuentro y referencia de la ciudad. Al llegar al Ecopackers, desarmé mi equipaje y procedí a descansar inmediatamente ya que venia con un cansancio acumulado bastante importante, y el mantenerme despierto hubiera puesto en jaque mi integridad ya que a la primer invitación a un plan me hubiera sumado sin dudarlo.

Plaza de Armas de Cuzco en la hora feliz

Con unas deliciosas 12 horas de sueño, arranque un día espectacular en el Ecopackers Hostel. Por la mañana me reuní con Alan (gerente) y Eric (dueño) a compartir historias y anécdotas de viaje, y por la tarde me dediqué a descansar un poco mas, mientras actualizaba un poco mi itinerario e informaba sobre mi paradero a los seres queridos. Por la tarde me fui a tomar un café a la Plaza de Armas, y luego me fui a conocer un poco de la movida nocturna de Cuzco, en plan tranquilo pero disfrutando de la vida social del lugar. Tenia intenciones de ir a un mercado llamado  “El Baratillo” que se hacia temprano por la mañana, por lo que no hice mayores destrozos, y regrese al hostel a descansar.

Hasta acá llega la crónica de mi paso por Perú!!! Sigo descansando mientras encuentro espacio para la inspiración!!! En la próxima la Salida de Cuzco, el altiplano Peruano y mi entrada a Bolivia!!!



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