Llegue finalmente a Puerto Escondido el 25 de febrero. Me ubique inmediatamente en la Punta de Zicatela, el extremo sur de la ciudad de Puerto Escondido, donde me esperaban Franky y Marita, que llevaban ya un mes instalados. Había pedaleado temprano gracias a haberme sumado a la Peregrinación Ciclista Ompetepec - Juquila para venerar justamente a la Virgen de este ultimo sitio.
El ambiente en "La Punta" es bastante más relajado que el centro, abundan las calles de tierra y hay un punto de surf constante llamado la Punta donde principiantes e intermedios surfean los sets de olas que entran casi a diario. Los pros o "máquinas" como le gusta llamarlos a mi compa franky, surfean generalmente en Zicatela, la playa central. Allí hay olas de hasta 8 metros casi a diario y es conocido como el Pipeline Mexicano.
Puerto Escondido es un lugar bastante particular. Tiene un poco espíritu de isla, uno de esos lugares que o te atrapan o te echan, una sensación bastante extraña la que se percibe en el lugar. La raza local es bastante fuerte, y se vive mucho la localia, en especial dentro del agua, donde a diario deben comulgar profesores, visitantes y residentes, una mezcla que cualquier día puede convertirse en TNT.
En mi caso en particular, aproveche todo el mes para seguir trabajando en mi surf, ya que había tenido múltiples oportunidades de hacerlo, pero siempre x poco tiempo, lo que no permite un desarrollo ni progreso muy acelerado. Opte x ir a verlo a Ody, un shaper local que tiene ya una década de trayectoria y muy buena fama en el pueblo. Me dio la opción de venderme una tabla y recomprarla cuando me fuera, permitiéndome surfear una tabla nueva y sacarme la preocupación de que hacer con ella cuando me vaya, ya que en la bicicleta no es la mejor opción ir llevando una tabla de surf. Fue un gran avance y me permite disfrutar de otros puntos a lo largo del viaje, ya que recorreré la costa oeste de las Américas hasta Perú, pasando por múltiples destinos donde podré disfrutar de surfear unos días en cada lugar. No tengo planeada una parada tan extensa como esta, pero uno nunca sabe si algún lugar lo atrapara a uno o no.
El mes transcurrió gastando atardeceres, surfeando cada día posible, y disfrutando de las companias de amigos, y personas muy especiales, que nos vinieron a visitar desde lejos y otras nuevas que nos puso ese tal Dios en el camino. Los encuentros este mes fueron pocos, pero de una intensidad increíble. Cerramos este periodo con algo de nostalgia y haciendo la digestión de tanto cariño. Definitivamente la vuelta al ruedo nos pondrá en nuestro lugar, pero estoy mas motivado que nunca a pedalear el camino casa!!!
Próximo destino: Chiapas...Buena Senda!!!
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