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16/2/13

El cielito lindo de Mexico!!! Guadalajara y Tequila

Veníamos midiendo los kilómetros de acuerdo a los carteles que veíamos y algo no nos cerraba. Pensábamos que nos quedaban 100 km para llegar pero los carteles nos decían 70km, por lo que un poco desorientados, salimos a la ruta el día de nuestra llegada a Guadalajara. La respuesta a nuestra incógnita sería que lo carteles median desde Zapopan, en el limite de la zona metropolitana de Guadalajara. Esa zona esta formada x Guadalajara,Zapopan, Tonala y Tlaquepaque.




Nuestro hogar por la próxima semana seria Zapopan, en casa de mi amiga Belén Mazzucco. Belen lleva dos años en Guadalajara trabajando para la multinacional Verdevalle y es una excelente anfitriona. Nos recibió con una invitación imperdible: Mariscos. Para los que no saben, la dieta ciclista es bastante limitada, por lo que una invitación semejante es imposible de despreciar. Así fue como junto a mi compa Micael Badal (alias el Bicinator) fuimos agasajados con camarones en sus diversas preparaciones: ceviche, zarandeados (asados), en caldo, y en taco! Tan sólo escribiendo se me viene el aroma y siento la panza rugir!!!

Luego seguimos con la segunda actividad, nos llevaron a tomar mezcal a un bar bastante peculiar llamado " Pare de sufrir... Tome mezcal". De sabor fuerte y ahumado, el mezcal se hace de maguey (variedad del Cactus) y es recomendable darle besos y no sorbos...si planea uno salir caminando del bar. Así transcurrió la noche al grito de " bola, bola, booooola!!! Que enloquecía al público y pedía al Barman hacer girar una bola de espejos con un palo, tan rústico q se llevaba los aplausos de todo el bar. Luego nos fuimos a las papas, un lugar que sirve múltiples formatos de papas, muy reconocidos por sus bondadosos efectos si se bebió esa misma noche. Moni, la amiga de Belén, me ordeno una papa York, que entre otros aderezos traía carne asada y mucho queso derretido encima! Un día de maratón gastronómico si los hay!!! Lamento que haya poco en esto de aventura ciclística pero créanme que no todo en estos viajes es pedalear!


Papas York, un bocadito antes de ir a dormir

Al otro día fuimos a visitar los guachimontones, un sitio arqueológico vecino, recientemente explorado y donde se encontraron pirámides redondas, únicas en el mundo de su tipo al parecer. Aprovechamos a aprender algo nuevo y de disfrutar de un día al aire libre! Buena onda!


El resto de la semana aprovechamos a reponer energías, conocer el centro histórico de la ciudad, en el que recorrimos el Hospicio Cabanas, que aloja frescos pintados por Clemente Orozco, un reconocido artista mexicano. Otro lugar interesante es el mercado de san Juan de dios, un deber si uno visita Guadalajara. Desde frutas a pócimas mágicas para embrujos, todo puede encontrarse en sus pasillos, una experiencia cuasi surrealista si las hay.



Estando cerca no podíamos dejar de ir al lugar donde se destilo por primera vez el famoso y conocido TEQUILA: La homónima ciudad del TEQUILA. Pudimos recorrer campos de agave (planta de dónde se destila), la destilería y degustar algunos de ellos. Para los sueño saben, les hago una breve explicación para ponerlos en tema:
- La planta de la que se extraen los jugos que se van a fermentar y destilar para producir el tequila, es el agave azul.

- La planta se cocecha entre los 8 y 10 años de antigüedad

- Su centro se hornea y desmenuza para obtener el jugo base, el que luego se cocina y deja fermentar para generar el alcohol.

- Luego de fermentarse, la bebida pasa por dos destilaciones para llegar a la graduación alcohólica correcta que lo hace bebible.

- Hay 5 tipos de tequila: blanco, joven u oro, reposado, añejo y extra añejo. El blanco no se estaciona, el oro se le mezcla con caramelo, el reposado tiene de 2 a 11 meses de barrica, el añejo de 11 meses a 3 años y el extra añejo todo tiempo que supere los 3 años.

- El tequila es una bebida con denominación de origen controlada por lo que sólo puede llamársela tequila si proviene de los estados tequileros

- Las primeras 4 destilerías de México se ubicaron en la ciudad de tequila, entre los cuales estan José Cuervo, Orendain, y Sauza.

- Para reconocer un buen tequila, debe especificar en su etiqueta 100% agave. El resto es marketing y gusto personal.





Con un par de shots que adornaron la visita, pegamos la vuelta hacia Guadalajara algo "graciosos" y con esto cerramos un poco el recorrido turístico mientras visitáramos la zona.



Luego de múltiples jornadas gastronómicas y ser severamente malcriado x mi amiga Belén, y disfrutar de la compañía de Mica y Agus, ya era hora de partir. Belén tuvo la brillante idea de hacer un almuerzo despedida en las playas de Tecoman, lo cual me hacia iniciar mi recorrido desde la Costa y hacia la Costa, un golaso!!!

Bien nutrido y reenergizado por el encuentro con mis cociudadanas arranque rumbo al sur!

Próxima entrada: Recorriendo la Costa Pacifica de México: Colima, Michoacan y Guerrero

9/2/13

Tierra firme, Llegamos a Mazatlán!!!

Llegamos a Mazatlán!!! Luego de casi 3 días a bordo del velero Stella Blue, arribamos a la ciudad de Mazatlán, en el estado de Sinaloa. Allí pasamos el fin de semana, en el cual teníamos la misión de conseguir un barco que nos lleve a Puerto Vallarta, ya que teníamos la inquietud de conocer las islas Isabelas, versión mexicana de las islas galápagos. También, era una buena oportunidad para reencontrarme con amigos locales en Mazatlán y la ciudad lucía como un buen lugar para salir a pachanguear. Tal fue así que la primer noche hicimos un tour por la zona dorada, visitando varios lugares, entre ellos el Oyster y la Terraza. Luego vendria noche de Reggae en Zumbawa para cerrar la ruta (Especial agradecimiento a nuestra guia local Abril Lizzarraga!). De día las actividades fueron hacer playa en Cerritos, y pedalear el larguísimo malecón de Mazatlán, donde se cruzan ciclistas, peatones y una centena de pescadores y buscadores de ostiones, que exhiben sus productos para que uno los compre directo de donde vienen. Dentro de la culinaria local, la perla sería el ceviche de camarón, una parada obligada para cualquier viajero o turista. 

Ostiones en el Malecón

Despidiendo la Crew del Stella Blew

Vencido el plazo en el que debíamos conseguir el barco (no más de dos días), decidimos continuar nuestro viaje al sur, en el modo tradicional en que planificamos nuestro viaje: en bicicletas. Así fue como el martes 29 de enero dijimos muchas gracias y adiós a Lori y Wally, dueños del barco, y a Rasmus, un alemán que también viajaba con nosotros como navegante, nos había llegado la hora de partir. Llevábamos tiempo sin pedalear y la incertidumbre de nuestro estado físico y la ansiedad de arrancar se hacen notar. 


Vuelta a la rusticidad

Hicimos 100 km muy tranquilos x la ruta México 15 cuota, que como es paga esta en mejor estado y el talón es grande, lo que hace al pedaleo una experiencia muy agradable. La ruta que llaman LIBRE, tiene la ventaja de pasar por los pueblos, pero esta un poco deteriorada y no tiene casi talón, por lo que uno se lo pasa alerta a la circulación de camiones y demás. 

 Plaza Central en Escuinapa
Monumento a la bicicleta en Escuinapa

Así llegamos a nuestra próxima parada: Escuinapa de Hidalgo. Nos llamaba poderosamente la atención que toda la gente condujera bicicletas, haciéndonos pasar casi desapercibidos! (Bueno, no tanto!) al entrar nos dirigimos a la plaza principal donde esta la catedral de la ciudad y la oficina de gobierno, este último donde conocimos a Antonio Reynades, parte de la presidencia del municipio. Nos dio una grata bienvenida, nos contó como la bicicleta es una parte muy importante en la vida de los escuinapenses, y nos invito a quedarnos con la gente de protección civil, que tiene como sede un parque deportivo público, del que todo  pueblo hace uso. Allí conocimos a Jorge rojas, Capitán del equipo de trabajo del turno tarde con quien reímos a carcajadas hasta llegar el turno noche. Allí se presentó Ramón, quien también muy orgulloso de la culinaria local, nos invito con unas deliciosas jaibas (variedad de cangrejo) que hicieron de nuestra cena un verdadero manjar! 

Jaibas con los muchachos de Protección Civil

Saliendo de Sinaloa, bienvenidos a Nayarit

Luego a descansar para seguir hacia nuestra nueva parada: Ruiz. En este caso decidimos no entrar al pueblo ya que quedaba alejado de la ruta, por lo que acampamos al lado de la estación de peaje, donde la seguridad esta disponible las 24 hs. Esta experiencia la repetimos en nuestras próximas dos paradas, Santa María del Oro y Plan de Barrancas. Si bien el ruido de los camiones es un poco pertubador para el sueño, debo decir que nuestra capacidad de ignorar cualquier ruido al dormir ha mejorado notablemente! 

Se empiezan a ver las plantas de Agave en la zona Tequilera 

Últimos pasos a Guadalajara

Luego de 5 días, seguir al pie de la letra nuestro plan, y cruzar Nayarit e ingresar al estado de Jalisco, llegamos a Guadalajara. Allí nos esperaba mi amiga Belén Mazzucco, altagraciense como quien les escribe, para ser nuestra guia local durante los próximos días! Salud!!!

Baja California Sur: Se agranda la familia!!!



Desde Guerrero Negro a El Pescadero y regreso a la Paz (944 km)

Llegamos temprano a Guerrero Negro luego de un día muy tranquilo de pedaleo con Tato. Guerrero Negro seria la primer ciudad "grande" que cruzaríamos después de un tiempo y seria un buen lugar para abastecernos de comida, y descansar un poco de lo que nos mostró la Baja Norte, bastante cruda en cuanto a facilidades y clima, no así su gente que nos tendió una mano en todo momento necesario. 



Habíamos escuchado sobre 6 chicos de Alaska que venían viajando desde Juneau (capital del estado de Alaska), habían iniciado mas o menos al igual que nosotros, pero ellos harían su comienzo a bordo de 12 kayaks, junto con otros amigos. Viajaron desde Juneau (Alaska) a la Isla de Vancouver (Canadá), desde donde luego solamente 6 siguieron a bordo de sus bicicletas. En cada parada nos contaban que iban unos días adelante nuestro, y como llevábamos un ritmo similar, nunca nos habíamos encontrado mas allá de que sabíamos de nuestra mutua existencia. Por casualidad frenamos en la primer estación de servicio que encontramos al entrar a Guerrero Negro y allí nos encontramos con un personaje de barba larga y ropa golpeada por el camping en el desierto, seria uno de ellos? Efectivamente, nos presentamos con Colin, uno de los 6 Alaskans de "Atripsouth" que venían viajando delante nuestro todo este tiempo. De allí nos fuimos todos juntos hasta el mercado central donde nos encontramos con el resto del grupo, y luego de presentarnos decidimos acampar todos juntos para conocernos e intercambiar historias. así comenzó el grupo que pedalearía los próximos 800 km juntos.


Próximas paradas: Vizcaíno, San Ignacio, Santa Rosalía (breve regreso a Vizcaíno a dedo), y Mulegé


Al otro día hicimos un desayuno grupal que incluyo nada mas y nada menos que una tracalada de panqueques o hot cakes, como para alimentar un batallón. Tal es así que hasta el mediodía no arrancamos, momento en que decidimos armar equipo y salir hacia Vizcaíno. Fue un poco una secuencia que se repetiría a través de los días, pedalear unos 70 km, buscar un lugar donde acampar o quedarnos (nos quedamos en varias iglesias), y disfrutar del resto del día. 

de izq a der: Kenaan, Nico, Chris, Evan, Max, Tatan y Andrew


En San Ignacio tuvimos el placer de ser alojados en la antigua Misión de la ciudad, la cual data de 400 años atrás. El padre Mateo nos permitió hacer un día libre, el cual pasamos jugando al fútbol, recorriendo el pueblo, y fuimos protagonistas de un fortuito encuentro con a quien  luego apodaríamos "Tia Suzie" (Auntie Suzie). 

La misión de San Ignacio

Con el Padre Mateo


Conocimos a Suzie de causalidad caminando por la calle, y de un minuto al otro terminamos cenando con ella y sus sobrinos en Tootsies, un bar de dueños Canadienses, donde degustamos exquisitas comidas y unas frescas cervezas. Este encuentro forjo una de las próximas historias, ya que Suzie nos invito a ir a la Posada de Fin De Año de su empresa en Vizcaíno. Eso significaba que en nuestro próximo destino, Santa Rosalia, debíamos dejar las bicicletas y regresarnos "De Raite" como dicen en México o a dedo, mas comúnmente conocido en Argentina. Contando con eso, salimos en camino a Santa Rosalia y luego decidíriamos si volvíamos o no. Al llegar a Santa Rosalía, luego de un muy buen día de ciclismo en medio de las montanas (entre ellas la Cuesta del Infierno), conseguimos donde quedarnos y dejar las bikes, por lo que no tomo mucho trabajo decidir que volveríamos a la fiesta. Así fue que hicimos lo impensado (es casi regla no regresar x el camino ya recorrido), y nos regresamos en vistas de ir a una buena fiesta todos juntos. La verdad que la decisión nunca pudo haber sido mas certera: La Tia Suzie nos alojo, alimento con Carnitas, nos regó con cervezas, y nos dejo a cargo de una Rockola que tocaba Karaoke, de la que nos hicimos dueños y animamos la fiesta entera, Buena Onda!!! Gracias Tia Suzie!!

Tia Suzie y sus sobrinos en Tootsies

Bajando Santa Rosalia


El regreso a Santa Rosalia no fue muy difícil, por lo que al llegar descansamos, y al otro día salimos hacia Mulegé, donde pasaríamos la nochebuena todos juntos. Ese día nos alcanzo Fran, que venia un poco atrasado, por lo cual pudimos pasar esa fecha tan especial todos juntos: Los 3 Argentos y los pibes de Atripsouth. Con gorrito de Santa Claus en la cabeza salimos hacia Mulegé, pedaleando muy tranquilos y en equipos, para acomodarnos en la Parroquia del pueblo donde nos proveerían de un aula donde pudimos cocinar un guisado y compartir ese momento todos juntos. Para mi era la ultima noche de pedalear con todo el grupo junto, ya que al otro dia partiría con Fran rumbo a Loreto, ya que los dos debíamos avanzar mas rápido. Fran debía juntarse con María en Los Cabos y yo debía ir a buscarlo al aeropuerto a mi padre y a mi hermana. Temprano todo el mundo a dormir, con panza llena y corazón contento.


Feliz Navidad desde Santa Rosalia


Salimos temprano con Fran con la intención de llegar a Loreto en el día. Pasamos por todas las playas de Bahía de Concepción, donde tuve una sana envidia de mis compas, que con seguridad frenarían un par de noches. Una vez en Loreto fuimos alojados por el cuerpo de bomberos local, donde conocimos gente increíble, fuimos alojados como compañeros, y al otro día pudimos continuar sin problemas nuestro itinerario.


Bahía de Concepción

Con el cuerpo de bomberos de Loreto


Cambio de planes y nuevas experiencias

Esa mañana Fran había salido antes del amanecer para poder hacer la mayor cantidad de kilómetros posibles, ya que quería llegar lo mas pronto posible a los Cabos. En mi caso, debía hacer 300 km en dos días, por lo que no era imposible, pero eso me dejaba muy poco tiempo para organizar buscarlo a mi padre en el aeropuerto y demaces, sobretodo teniendo en cuenta que venia un poco desconfigurado a ese tipo de logísticas por vivir de manera mucho mas sencilla e improvisada. Lejos de complicarme y correr riesgos, decidir avanzar por primera vez en el viaje "a dedo", dejándome así un día extra para organizar tranquilo la llegada de mi familia y con eso disfrutar de ellos muy tranquilos durante los días venideros. Esa decisión me puso en la ruta Loreto - La Paz, donde en el tramo mas significativo de mi aventón, conocí a Oscar, en casa de quien me termine quedando a dormir en La Paz y con quien compartí una experiencia muy particular. Oscar es sordomudo, y me lo hizo saber desde al momento de  subir a su camioneta. Quizás para otro sea moneda corriente, pero para mi era una experiencia completamente nueva e intrigante: Como haría para comunicarme? Como sabría algo de el? Como le indico a donde voy? Sera confiable? 

Luego de recorrer unos 200km juntos parecíamos conocernos desde siempre y fue tiempo suficiente para que me enseñe las señas universales mudas y mediante un cuaderno resolvamos todo interrogante adicional. Contarle mi historia tampoco era muy fácil, teniendo en cuenta que el era Ranchero, y yo venia pedaleando desde Alaska siguiendo mi propia voluntad!!! Resumo la experiencia como alucinante, productiva, emocional, y que me produjo una paz interior difícil de explicar con palabras.

El Oscar


Ya en La Paz, me subí a la Cabra (mi bicicleta) y fui directo al Pescadero (100km), lugar donde nos alojaríamos durante una semana con mi padre, hermana, y Ben, mi amigo de EEUU que venia a visitarnos. Así fue que el 28 de Diciembre al mediodía pase por ellos por el aeropuerto y nos dedicamos durante los próximos días a prender fuegos en la playa y ponernos al día con nuestras respectivas vidas. 

El día clave fue el 31 de Diciembre: Se nos uniría Ignacio (alias Nelo, y hermano de Fran) y Micael Badal (alias el Bicinator), un ciclista de Buenos Aires, que también hacia nuestra misma ruta y solamente nos conocíamos vía facebook. Ese día conseguimos Langosta y pescado fresco directo de los pescadores y cerramos el año con parrillada de mar y fuego en la playa, un lujo total!!!


Con loco Mica esperando la parrilla!!!

Feliz Año Nuevo!!!


El lugar nos tenia hipnotizados: Los días pasaban entre fuegos en la playa y actividades varias como nadar, freesbee, fútbol, etc. Poco a poco íbamos conociendo a la población de la playa de San Pedrito, que estaba formada por surfers nómades que improvisaban un campamento al final de la playa, increíbles casa de Americanos que bajaban a evitar el invierno, y nuestras amigas Taly y Susie con quien compartimos cada día luego de conocernos por casualidad en la playa. También, como por obra del destino, conocimos a Don y Pauline y eso marco nuestra estadía mas prolongada desde que comenzamos a viajar: Nos quedaríamos 10 días adicionales desde que partiera mi familia, ya que nos invitaron a quedarnos en su casa, un lugar verdaderamente increíble. Don y Pauline son dos seres humanos que quedaran en nuestros corazones por siempre, tanto por su generosidad, como por la amistad que forjamos en esos 10 días, compartiendo desde comidas, hasta partidos de Ping Pong, las clases de golf de Fran, idas a surfear y mucho mas. Desde el fondo de mi corazón, gracias por compartir ese lugar mágico con nosotros.


Tarde de playa en El Pescadero

Cena de la banda de El Pescadero en casa de Don y Pauline

YEAH!!!

El 15 de Enero dijimos dimos vuelta la pagina y desarmamos el equipo: Maria, Fran y Nelo se irían en Ferry a Mazatlan ese mismo día para irse rápido a Puerto Escondido, Tatan se volvería a dedo hasta San Francisco (California) y Mica y yo iríamos a La Paz, donde intentaríamos conseguir un aventón en velero a Mazatlan. Sabíamos de la chance por medio de diversos contactos y no estaba de mas intentarlo. Partimos hacia La Paz, donde nos alojamos en la Villa Olímpica por un par de días y pusimos marcha a nuestro plan maestro. Luego de una semana en La Paz, compartiendo a diario cafés con todos los veleristas, y múltiples visitas a todas las marinas, conseguimos formar parte de la Crew del Stella Blue. Navegamos con Lori y Wally durante 3 días en el Mar de Cortes, y experimentando una nueva manera de viajar, que a mi personalmente me dejo alucinado!



Playa Balandra

La Paz

Así cerramos la Baja California, 1700 km de múltiples historias, grandes y nuevas amistades y un montón para ir asimilando durante los nuevos planes de pedaleo. Próxima parada: Mazatlan!



Stella Blue

PD: Sobre el cruce en barco de La Paz a Mazatlan, explico todo el proceso en mi Facebook "Provenzani Diario - de bicicleta", con fotos y detalles.

Baja California Norte, de casa de Roberto (KM38) en Rosarito a Guerrero Negro (700 km aprox)


Ubicación de la Baja California Norte


No teníamos un programa armado de como seria nuestro recorrido hacia el sur, ni tampoco había Buenos mapas sobre como hacerlo tampoco. Por esto lo dejamos un poco al azar, llegando a cada pueblo y viendo un poco que hacer. También esta el hecho de que no somos muy “tempraneros” y el sol cae a las 16.30hs, haciendo el día muy corto, y dado que no pedaleamos de noche, no nos moveríamos muy rápido. Como primer parada estaba Ensenada (70km), donde esta “La casa del ciclista”, una casa que esta vacía y disponible para ciclistas de todo el mundo que pasan por Ensenada en su viaje. La señora Delia, que vive a escasos 30 metros de la casa, te recibe y da la llave de la casa, unas iniciativa a la que debo sacarle el sombrero, puesto que resuelve el enigma diario de donde dormir, y da la chance de descansar a quien quiera quedarse mas de un día en Ensenada sin necesidad de pagar por el alojamiento. 


Hay dos rutas que recorren el tramo ROSARITO – ENSENADA, la libre y la de cuota. La de cuota es paga y esta prohibida para los ciclistas, y la libre, que es gratis, es la opción a elegir si queres evitar multas. La diferencia es que la libre recorre todas las montanas posibles entre un punto y otro, y la de cuota va derecho bordeando el mar, haciéndolo mas rápido que la otra opción, pero con la posibilidad de ser multado y de tener su primer encuentro con la policía mexicana... Cada uno decide!!!

Llegamos a Ensenada, nos alojamos en Casa del Ciclista, y salimos a conocer un poco la ciudad. Si bien yo ya conocía México, fue bueno hacer un pseudo estudio del lugar, recorriendo puestos de comidas, mercados y algunos otros negocios, familiarizándonos con la cultura local.

Nuestro próximo destino fue San Vicente (70km), un pequeño pueblo sobre la ruta 1. El camino desde Ensenada fue lo que yo denomino un “rompepiernas”, ya que fueron constantes subidas y bajadas por al menos 50 de los 70 kilómetros que separan una ciudad de otra, haciéndolo un poco tedioso al pedalear, pero compensando con un muy lindo paisaje. Al llegar, mi hambre estaba en su carácter irracional, por lo que ataque una taquería y mate la misma con 4 tacos de carne asada! En tan solo minutos volví a dibujar una sonrisa en mi cara. Luego nos dirigimos hacia la Parroquia del pueblo, donde el  Padre José muy gentilmente nos alojo en un salón de usos múltiples, donde luego cenamos y dormimos. Esta visita fue tremendamente fortuita, ya que comenzó una cadena de pueblos a visitar y reunirnos con los respectivos padres de las Iglesias, quienes ya habían sido advertidos de nuestra visita y llegábamos con recomendación. 



Así hicimos nuestros próximos 175 km, primero parando con el padre Ezequiel en Colonia Cárdenas (105km) y luego con el padre Rodolfo en El Rosario (70km). sin planearlo, llegamos justo al 12 de Diciembre, fecha en la que se celebra a la Virgen de Guadalupe, patrona de México. Las Iglesias se visten de la imagen de la virgen, con banderas verdes, blancas y rojas, y mucha música local. En Cárdenas participamos de la misa del día 11, donde junto al seminarista Miguel Flemate paseamos la imagen de la virgen por la iglesia y así nos conoció toda la comunidad, con comentario durante la misa y todo. Luego a todo esto lo acompaño cena y desayuno junto al padre y a Miguel, quien fanático de escritores y cantores Argentinos, nos dedico con su guitarra algunas canciones de Facundo Cabral. Nos despedimos envueltos de un cariño increíble, dándonos la bienvenida a la hospitalidad de América Latina y cerrando el abrazo con el siguiente comentario:

“Recuerden que aquí no encontraran AMIGOS, aquí encontraran HERMANOS”.
El Rosario se preparaba para la Celebrar a la Virgen de Guadalupe

Luego llegamos a El Rosario, donde nos esperaba el padre Rodolfo Martinez, quien a pesar de estar luchando contra el reuma que lo tiene casi en cama, nos alojo y dejo disfrutar de la kermes que se cdelebraba en honor a la Virgen patrona de México. Hubo todo tipo de comidas típicas como posole, menudos, tamales y otros tantos; acompañado todo por música porteña de la mano de un grupo de jóvenes llamados “Virtud Nortena”. Como cierre del festival un show de fuegos artificiales y los “toritos”. Los “toritos” son una especie de armazón que un valiente se monta encima, y corre alrededor de la fiesta con fuegos artificiales saliendo disparados del mismo, luciendo como una bola de fuego con patas! Uno de los afortunados fue Tatan, quien con su valentía demostró que algunos fuegos artificiales “regaban”con fuego  al valiente que recorría la fiesta con el torito en la cabeza!

Virtud Norteña animando con su música banda 

Corrida de toros!!!

Salimos del Rosario cerca del mediodía, con intención de obviar la tormenta que mas temprano había dado aviso. Convencidos de que haríamos unos tranquilos 40 kilómetros hasta “El Descanso”, nos encontramos con la peor tormenta por la que hemos pasado desde que arranco el viaje: mucho viento en contra, mucha lluvia, y mucho frío. A tal punto que debí bajarme de la bicicleta porque el viento no te dejaba balancearte en el casi inexistente talón de la ruta, por lo que hizo lento el recorrido, pero le brindo mayor seguridad que siempre es la prioridad. Un poco mas adelante, y unos kilómetros antes de donde seria nuestra nueva parada, a Tatán se le reventó la cubierta delantera, y tuvo que esperarme para poder cambiarla. En medio de la tormenta, frenar te hace perder el poco calor corporal que uno trae y te pone a prueba en cuanto a la eficiencia y velocidad para cambiar o remendar algo en la bicicleta. Pasamos la prueba y velozmente seguimos entre corriendo al lado de las bicicletas y montados encima hasta el Rancho “el Sacrificio” donde vivían Juan, José, y Ana Rosa. Entramos al rancho, que era una casa de piedra que hacia las veces de restaurant en la sala y de casa detrás de la misma. Tenían un hogar quemando lena con un fuego que solamente proyectábamos en un sueno mientras pedaleábamos bajo la lluvias, por lo que lo primero que hicimos fue pararnos frente al mismo  mientras nos presentábamos con los dueños del lugar. Así terminamos de secar nuestra ropa, cenamos junto a ellos y terminamos quedándonos a dormir en su casa.
Las próximas paradas fueron Cataviña (80 km), Laguna Chapala (55km), y Nuevo Rosarito (100km). Las historias transcurren de manera muy similar, casi por inercia en cada pueblo alguien esta listo para recibirnos, sea una iglesia, un salón social, dispensario, etc. La hospitalidad fluye con la naturalidad del saludo diario, demostrando una vez mas que es en los pequeños pueblos donde todavía todo eso no esta corrompido. Solamente resta tener un comportamiento adecuado, no solo para marcar el camino hacia adelante, pero para dejarle la chance a algún ciclista o viajero amigo que se encuentre viajando por el mismo lugar.


Desierto de la BAJA
Luego de Nuevo Rosarito, hay 80 km hasta Guerrero Negro, donde comienza la Baja California Sur. Hasta este momento, la ciudad mas grande fue Ensenada, al principio del recorrido. Por esta razón, es importante tener en cuenta algunos aspectos para evitar desconciertos. El agua corriente (donde la tienen) no es potable, por lo tanto debe cargarse agua para los tramos mas desolados, en especial desde El Rosario hasta Cataviña y desde Cataviña hasta Nuevo Rosarito. Tampoco Habrá muchas chances de ducharse, ni comer muy variado, por lo que hay que comprar lo que uno quiera llevar y simplemente recorrer el desierto disfrutando de la desolación, la aridez y el aire puro. El factor mas importante y determinante en todo esto es EL SOL. Cuando no hay nubes pica bien fuerte, dejando la chance casi de pedalear sin remera; en caso contrario la temperatura cambia dramáticamente, obligando a usar al menos un rompeviento y estar alerta de una posible tormenta, dado que es la época.
erramos la primer etapa de nuestro extenso recorrido por venir en México, una bienvenida con todas las letras, y con deseos de seguir viviendo historias de tal magnitud durante todo lo que resta del viaje.

California: Ultimo tramo y cruce de fronteras... (Carlsbad, San Diego, Tijuana)

Hermosa Beach - Carslbad - San Diego - Tijuana (222 km)

Nos despedimos de nuestro amigos altagracienses en Hermosa Beach muy agradecidos de su visita y partimos rumbo al sur, nuestra próxima parada seria Carlsbad, donde mi amiga Giovanna y su esposo Chad nos esperaban para conocer un poco de la escena surfista del sur de California, y disfrutar de la hospitalidad Latina y Norteamericana. Hicimos unos 140 km haciendo parada intermedia en Corona del Mar, y en nuestro segundo día de pedaleo llegamos a Carlsbad, ubicada a continuación de su ciudad hermana Oceanside. Llevaba 5 años sin ver a mi amiga Giovanna, y fue verdaderamente un placer. Llevaban 1 mes siendo padres de Giovanita, y  el ambiente estaba lleno de amor y buenas vibras. Pasamos 3 días junto a ellos donde surfeamos, jugamos y reímos en cantidad, ya casi cerrando esta aventura por Estados Unidos, no faltaba mucho para cruzar a México. 

El equipo con Chad, Gio, y Giovanita!

Nos despedimos con besos y abrazos, y seguimos rumbo a la gran ciudad de San Diego (47 km), donde mi hermano Paul Cebul y su amigo Thales nos esperaban en Pacific Beach con una tremenda bienvenida, incluyendo hamburguesas y salchichas asadas, para contribuir con la seguidilla de despedidas de este país increíble que tan bien nos trato. Aprovechamos para ponernos al día, intercambiar anécdotas de viajes (mi amigo Paul es un gran viajero) y actualizarme sobre REACH TRADE, el proyecto en que viene trabajando hace 3 años, promoviendo el comercio justo de café y te, y demostrando su conciencia social devolviendo una parte de sus ganancias brutas a soluciones para problemas de vivienda en los países de donde provienen sus materias primas. Un ejemplo seria el amazonas de Perú, de donde compran el café, y La India, de donde pronto compraran el te. Un verdadero ejemplo de la nueva tendencia generacional a nivel comercial, mixturando la responsabilidad social empresarial con soluciones creativas. Un encuentro completamente afortunado, con el que cerramos nuestro paso por estados Unidos, tan solo quedaban 35 km hasta San Ysidro en la frontera. 

Con Paul y Thales

Muchas eran las historias que se contaban acerca de lo que te podía pasar al cruzar y si bien manteníamos un orden y un clima anímico bastante tranquilo, la idea era cruzar la frontera rápido y llegar hasta el kilómetro 38, donde teníamos un contacto que nos hospedaría. El 8 de Diciembre del 2012 nos (Tatan y yo) encontramos con Fran y Maria frente a la central de la Armada de Estados Unidos (US NAVY) y de ahí seguimos la senda para bicicletas casi hasta la puerta de salida. Recorrimos 20 km muy a gusto y finalmente vimos el cartel que indicaba “A México x San Isidro”.  Allí nos toco usar la vía pedestre para salir de Estados Unidos y finalmente cruzar a territorio mexicano. Pasamos por una puerta giratoria con nuestras bicicletas, cruzamos un pasillos donde esta la oficina de migraciones, y … LISTO! BIENVENIDOS A MÉXICO!!! Casi sin darnos cuenta, ya estábamos del lado mexicano, con una leyenda gigante que nos explicaba que teníamos prohibido regresar por el mismo camino a Estados Unidos. La salida toma  2 minutos, mientras que la entrada podría tomar todo el día, con al menos un kilómetro de gente haciendo el mismo intento. Sin saberlo, estábamos tremendamente agradecidos de estar haciendo este cruce en dirección sur, y no la opuesta.

Listos para cruzar la frontera
 Basado en nuestra experiencia, voy a hacer un paréntesis en la entrada y explicar un tramite muy importante y error muy común en esta frontera, ATENCIÓN VIAJEROS!!! Al cruzar el pasillo luego de la puerta giratoria donde uno sale de Estados Unidos y entra a México, hay una especie de control de Aduana, donde solamente frenan algunas personas, el resto pasa directo a territorio mexicano, sin siquiera sellar el pasaporte. Justo detrás de la mesa donde en teoría te revisarían si así lo quisieran (a nosotros ni se nos acercaron), esta la oficina de migraciones donde hay que hacer sellar el pasaporte. Este tramite es FUNDAMENTAL Y OBLIGATORIO, y nadie lo indica cuando uno esta cruzando, por lo que a veces la gente en medio del mareo de cruzar una frontera, olvida esto ultimo y luego tiene problemas mas adelante. Conocimos historias de gente que cruzo toda la Baja California y luego al tomar el ferry de La Paz a Mazatlan, no los dejaron subir al barco por no tener sello de entrada al país, lo cual es una experiencia bastante desagradable e inoportuna. Por esto me tomo el tiempo de comentarlo, y con suerte, le sea útil el consejo a alguno.

Bienvenidos a México!!! (Tijuana - KM38)
Volviendo a nuestra llegada a Mexico, les contare lo que nos sucedio…NADA!!! Una vez mas, las alarmante noticias, exageradas y dramáticas, preocupan por demás a quienes Cruzan a México por este medio. No deja de ser una frontera y siempre hay que estar alerta, pero  no hay mucho de que preocuparse. Si lo haces en bicicleta, hay que estar muy atento al trafico, ya que el estado de la ruta cambia dramáticamente y ya casi no hay talón, por lo que uno va dentro del carril. El resto de la llegada fue hacer esos 38km, bocinas sonando por todos lados, y cada uno hacienda su monería.

Con Roberto en KM 38!!! (lo q se pudo salvar de la foto!)

Muy pronto luego de salir de Tijuana la ruta recorre la linea del mar, y nos llevo hasta el kilómetro 38. Allí vive Roberto, un ciclista amigo,  que nos esperaba para que acampemos en su patio mirando al mar desde un acantilado y cenemos todos juntos festejando la llegada. Como cereza del postre, un grupo de Americanos que habían frenado a comer justo a un restaurant que esta en ese mismo punto, motivados por nuestra historia, nos regalaron kilos de comida que hicieron de la cena un verdadero banquete. Así cerramos la llegada al cielito lindo de Mexico!!!